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viernes, enero 18, 2019

De igual manera

De igual manera

¿Quién permanece por gusto en la agonía 
de conocer que el paso de los días
solo hará más vacía y más amarga
una vida de infierno con las largas
esperas en mil noches sin poesía?
¿No es el amor lo que sostiene
cuando el latido de las sienes
se hace más fuerte y doloroso
en cada encuentro tormentoso
soñando noches de placeres?
Y no es normal a todo el mundo
el amor que se vive sin tocarlo...
Pero es tanto el corazón y tan confuso,
que nada extraño es que profundo
se arraigue una ilusión para llenarlo.
Importante es que la muerte que se espera 
mientras no existe una quimera,
desaparece al acto en el momento
de llegar a la vida quien nos quiera,
quien alivie el dolor de los tormentos
y se deje querer de igual manera.

Rufina

Quien eres

Quien eres

Lo cierto es que podría importarme muy poco
quien eres tú sin nombre y sin pasados...
Quien eres de ayeres de niebla y opacos...
de hoy sin sentido y de mañanas invisibles.
Quien eres sin rostro y sin sonidos,
quien eres de irreales sueños, inexistente...
que de momento tocas rompiendo inaudible.
Lo cierto es que no estaba pensando en escucharte
y de pronto llegaste sin ser un invitado...
Quien eres ya no importa y tampoco tu nombre...
quien seas has llegado y has llenado un espacio.
Quien eres de preguntas y de respuestas mudas,
que no vienes vestido ni de mujer ni de hombre...
que de momento importas y rompes el silencio.
Lo cierto es que ya no eres un poco de importancia
y no eres tampoco un pasado sin nombres...
Quien eres ha llegado a un corazón dolido,
que hizo visibles las mañanas sueños irreales.
Quien seas tocará con la voz inaudible
y romperá respuestas de ayeres sin sonido...
Lo cierto es que no importa lo que era importante.

Rufina

Gotas II

Gotas II

No logran caer al suelo;
suspendidas en el trayecto 
                         se evaporan.
Alguna temeraria, 
sobre una hoja se hace miles,  
y su frescura desaparece
en su propio peso.
Apenas bajan, 
se descomponen perdiendo forma
se devuelven hacia el espacio 
recién dejado.
Yendo a la inversa 
quizás encuentren 
la fortaleza que necesitan 
y se haga posible el reintegrarse 
                        a su Universo.

Rufina

A Ingrid Guzmán

A Ingrid Guzmán

No existe luna lejana, 
ni distancia a las estrellas
para la mujer entera 
que en Ingrid se manifiesta.
Tiene la frágil hechura 
de la mujer delicada 
que sabe de mil ternuras;
la sonrisa amplia, honesta...
y en sus ojos se refleja 
la picardía coqueta
de la mujer que se sabe 
dueña de todas sus metas.
Le adornan entre otras cosas, 
la bondad y la dulzura
y es generosa al momento 
de mostrar sus emociones...
de manera que no es raro 
que a este punto de su vida,
no haya llegado un valiente 
a componerle canciones.
Y aunque no necesita 
el apoyo de quien quiera 
hacerle tal vez, la guerra,
le pido a Dios que bendiga 
a esta mujer integral
con un ser que sea su igual,
que la estime y que la ame...
y valore la hermosura
de su clara honestidad.
Y agradezco desde el alma
tener la oportunidad
de gozar la bendición 
de haberla conocido,
y que sin verdad a medias
pueda tener en mi vida,
ese tesoro invaluable
que es su sincera amistad. 

Rufina

Fantasma

Fantasma

Guirnaldas de luciérnagas adornan
sus cabellos hilados de plata.
Mágica aparición perdida de noche 
en la verde espesura,
como un duende grande que sale a buscar
estrellas que bailan sus alegres brillos.
Su figura viste con falda de rafia,
cintas coloridas y flores robadas;
se calza alpargatas y come ilusiones
con el tiempo eterno que nunca le alcanza.
Todos la describen, no la ha visto nadie
y escuchan sus pasos cuando llueve fuerte.
Dicen que en el rostro lleva la sonrisa
de quien no ha perdido ninguna esperanza
y espera paciente que llegue la muerte. 

Rufina

Sueños necesarios

Sueños necesarios

Un sueño es la manera en la que el alma
manifiesta la esperanza de un mañana.
Un sueño siempre envuelve una promesa
en la intrínseca intensión de su grandeza.
Es esencial soñar porque nos llena
de la fuerza que mueve nuestras vidas,
nos provee la visión de los futuros
y en medio de luchas y de penas,
nos provee voluntad para vivirla.
Un sueño es lo que mueve al Universo,
lo que ha hecho que los hombres civilicen,
desarrollen maravillas y encuentren
el lugar apropiado para echar sus raíces.
Los sueños envuelven el empeño
y el camino a seguir hacia una meta,
como es de los que, faltos de cordura,
jactanciosos construyen enormes atrios
donde pavonean de su sapiencia,
y al final de sus días de vana gloria,
termina apabullada su grandeza.
Un sueño, al final, nos hace humildes,
agradecidos de estar en este espacio
donde la puerta siempre espera abierta
a que curiosos lleguemos y despacio,
nos permitamos crecer y hacernos sabios,
Un sueño es la manera en la que el alma
manifiesta su esperanza de un mañana
y ese regalo hermoso nos es dado...
¡para hacer realidad lo que soñamos!

Rufina


Otoño

Otoño

Se mueven, se revuelven, 
Se mezclan, se alborotan... 
¡Intento infructuoso el negarse a morir!
Ráfagas sacuden, tuercen y someten... 
como si castigadas 
se hicieran obligadas a la danza asistir.
De la nada acompañan 
la lágrima de doncella... 
acabada y la dura espera de la caída.
Se mueven, se revuelven, 
se mezclan, se alborotan, se sacuden, 
se tuercen, caen. 
Castigadas se someten... 
acompañadas por lágrima; 
¡y obligadas, asisten a la danza! 
¡Triste intento infructuoso el negarse a morir!
Frío muerte marchita la arrogancia. 
los ocres y morados rebeldes se resignan.
De la nada acompañan 
la doncella acabada 
y... la dura espera de la caída; 
¡para asistir a la danza!
No sin dejar de moverse, 
revolverse, alborotarse, torcerse, 
sacudirse, rebelarse, caer... 
negarse, mezclarse, llorar castigadas, 
someterse obligadas, y arrogantes... 
¡Negarse a morir! 

Rufina

Temo y amo

Temo y amo

No alcancé a ver las aguas 
que mojan tus faldas.
El viejo de barbas blancas 
(eterno enemigo del hombre), 
alcanzó a vencer mi sueño.
No sé por qué  le temo a tus aguas, 
¡si es que las amo tanto!
Bravura salvaje de hondos misterios 
y ricos tesoros... 
inmenso padrote de tus entrañas. 
Devorador de hombres.
Amado espejo del cielo,
que una vez acarició  mis carnes 
despojadas de vergüenzas 
(cuando aún era joven).
Cuando aún era joven volveré al desafío 
y temeraria, 
¡Mojaré en él mis pies! 

Rufina

Sueño con volver


Sueño con volver

Sueño con volver, igual que todos... 
a aquellas perennes líneas de montañas, 
a las aguas termales de mis playas, 
al dulzor de la sombra de mis palmas...
Sueño con volver y oler la tierra 
que la lluvia golpeó inmisericorde 
en las tardes naranjas de horizonte, 
en las mañanas blancas de esperanza.
Y volveré a comer de los frutales, 
caminando los riscos florecidos; 
y volveré a llenarme los pulmones 
del eterno cantar del claro río...
Sueño con volver y no me muero 
sin rodar las arenas bien doradas 
por el sol, astro eterno de colores, 
que comadrea prismas en las charcas.
Y volveré a dormir en la frescura 
de la cuna de hojas del gran árbol, 
que una vez escuchó de mis silencios 
y arrulló en sus raíces mi cansancio. 


Rufina

PARAFRASEANDO: LA NOCHE

PARAFRASEANDO: LA NOCHE

Llega el reposo
después del grito
cuando se funden 
la oscuridad, la fronda,
el silencio profundo,
el camino entre grietas...
                    y la noche.

Robado el nombre al origen,
diversificadas las cosas,
se funden lo ínfimo
y lo sagrado
en el juego único

que designa
la perpetuidad de un nombre
                    sin silencios.

©Rufina

Tormenta

Se mueven grises, cargadas... 
su peso aumenta 
con cada ráfaga de viento: 
la estratósfera cuaja barrunto.

Mirando desde abajo
se idealizan razones
para justificar indiferencia.
Cargadas de tragedia
predicen golpe de agua...
se estremece la Tierra
al azote de truenos,
se tornan negras
          -fiero el barrunto-
que anuncia lluvia.

Nadie imagina.
El peso es insostenible...
              ¡Se desgarra el cielo!

©Rufina

la noche


La noche callada,
cómplice apacible.

Silenció cansado
el canto de grillos,
caricia de brisa
refrescaba sienes,
la danza de hojas
hizo eco al ritmo
-llantos y suspiros-
de cuerpos desnudos.

Un beso de luna
iluminó los rostros.

Gotas de rocío,
lágrimas, sudores,
se vertieron ciegas
junto a las estrellas
a un solo grito...

La noche, apacible,
cómplice callada.

©Rufina

Hablemos


Hablemos

Como si cualquier cosa pasara inadvertida
ante el agudo ojo de quien no acepta engaños,
recontemos las horas que se hicieron tan cortas
entre descubrimientos, espontáneas sonrisas,
historias de años idos, mil comunes carencias,
esa angustia incesante de imaginar mañanas
y el dulce compartir de inacabables sueños.

Recordemos las manos que nunca acariciamos,
los ojos amorosos que jamás nos miraron,
labios sin dejar besos sobre otros tibios labios
los brazos que llenaron vacíos con impaciencias.

Como si cualquier cosa pasara inadvertida,
hablemos de aquél llanto inesperado, intenso,
que nunca comprendimos y nos hizo pequeños.
De las cosas sencillas que siempre nos negamos
cubriendo realidades con un manto de niebla
justificando engaños por no hacernos culpables
inventando futuros como queríamos verlos.

Recordemos las horas que desaparecieron
para encontrar la forma de reinventar la vida
y la mejor manera, poniendo el alma en ello,
retomando caminos al punto de partida.


©Rufina




Diciendo

Diciendo

Mi más secreto amante me retiene atrapada,
me abraza desde el alma con fuerza, posesivo.
Me ha pedido unos días e incapaz de negarme
he accedido a sus ruegos; me he entregado toda
al vórtice que es magia al estar en sus brazos,
inventando maneras de amar que nadie sabe
y bebiendo del néctar candente de sus labios.
Mis amantes -los otros-
saben perfectamente el porqué de mi ausencia
y que nunca me sacia la pasión de ninguno,
pero que igual me llena enredarme en sus lazos
y encontrar la manera de dedicarme a todos...
Ahora es el más joven quien me pide insistente
mantenerme a su lado y los demás se callan,
aceptando conscientes que estarán todos juntos
al final, en mi espacio.
¡Todos son tan hermosos!
Estoy enamorada y cada descubrimiento
de una nueva faceta me lleva hasta el desquicio,
me salva de la muerte vivida cada día...
Pero entre los hilos, las notas que se mecen,
los colores que arranco en un reto al vacío,
las letras del pasado asumiendo presentes,
no tengo vida plena sin alguno a mi lado.

©Rufina




Se ha perdido un poema

Se ha perdido un poema

No recuerdo el momento:
quedaron en mis manos los vacíos de angustia
y la búsqueda inútil para encontrar la nada...
El sonido armonioso, cadencias sensuales,
exactas medidas y el sentido perfecto;
dulzura, coraje, pasión y rabia...

Desesperó la urgencia revolviendo emociones,
provocando latidos que nunca hubo en el pecho,
desgarrando gargantas, flagelando conciencias,
deformando visiones;
convirtiendo en mentiras lo que siempre fue cierto
y cerrando caminos a los pasos de un sueño.

Lo querido fue odiado, lo propio perdido,
ideas olvidadas por razones triviales,
amores reprimidos por heridas inciertas...
Se perdió el poema
en inercia, olvido, miedo y amargura;
en voces acalladas que odiosas solaparon
el fatal desenlace.

Rufina

Insuficiente


Insuficiente

La eterna queja que acongoja al idiota, 
idiotiza al más sabio y destroza la vida.  
Por corta o por escasa, la habilidad de alcance 
se nos pierde en pensarlo por temor a decirlo 
y en la honda comisura de desgastados labios 
-pensando suficiente el tener que quererlo- 
se nos quedan las ganas de encontrar el hacerlo.
Toda esperanza inerte sin notarlo fermenta 
y la queja se infla de inventados rencores justificando miedos en el alma prendidos, 
esperando encontrarnos por el mismo camino 
algún idiotizado que se crea perdido 
y que no ha terminado por re-andar sus pasos. 

©Rufina

Despertar 2

Despertar

La última nevada se ha tornado sol deslumbrante
que no pide permiso para invadir mi almohada.
Hiere los ojos que aún no abro,
toca mi rostro como caricia tibia,
tan intensa que no sé si lastima.

Afuera los ruidos hablan de llovizna evaporada,
de pasos ligeros y sorpresivo espanto.
Cada cosa cuenta una historia diferente
y cada niño, mujer u hombre,
tiene una manera diferente de entenderla.

La frágil capa de hielo acaba por desaparecer
y las flores agradecen la luz que la derrite...
yo no le di tiempo.
Mi rostro quedó igual.
                    Afuera los ruidos hablan.


©Rufina

Indescifrable

Indescifrable

Espanto o espejismo; 
la mano borró una sonrisa
entre vapor y humo,
quebrándose en el beso la voz,
el pecho en los suspiros...

Los labios se hicieron transparentes,
a sangre supo el llanto
en los brazos extendidos
que no gritaban urgencias.
Resucitar fue necesario.


©Rufina

Aquella noche

Aquella noche

Llovía 
y el opaco cristal de la ventana
miraba hacia la puerta de salida
sin saber si ibas o llegabas,
si podría sostenerte la mirada
o se haría pedazos, dolorido.

No sabía
si distraído escribirías mi nombre
en su gris empañada superficie,
buscarías de mi cuerpo el reflejo
en agónicas luces escondidas
o no te darías por aludido.

Llovía...
en la noche, se le hacía la espera 
más amarga en la estática quietud
que el húmedo frío-calor empañaba.
A la puerta de salida dirigía la mirada
sin saber si llegabas o te ibas...
si la mortecina luz de tonos grises
detrás de ti con dolor se apagaría.

©Rufina

Desconozco

El mudo vibrar de piel
llega hasta los huesos como garras, 
                        abriendo
                            rompiendo.

Insensible punzada de tiro certero
sin origen propio o definido blanco,
lacerando espacios, revolviendo hiel.
Su frío expande y su alcance hiende
invadiendo estancias, tumbando bisagras,
destrozando puertas.

Un temblor de labios
y ojos sorprendidos reconocen huesos
perdidos por miedo de tiempos lejanos,
                         recuerdan
                             llorando.

Rufina

Mentiras II

Mentiras II

Como flores secas se deshoja
haciéndonos más cortas las esperas,
pretendiendo dar tiempo al sin sentido
para curar rencores y congojas.

El olvido no se aferra a lo que se ama,
la espera seca al alma compungida,
la vida no sostiene tiempos idos...
desconoce el amor lo que sea suerte.

Adherida a un olvido que no existe,
una súplica se subestima adrede
en la oquedad de una inventada muerte

ignorada y perdida en el pasado;
quejarse no restaura las vivencias...
sufrir de ningún modo te hace fuerte.

Rufina

Sobrevivir

Sentada
frente a la puerta
que va a la calle
                     mira.
Hay brujas, bailarinas,
payasos, mimos y dragones
apostados en las esquinas,
asechando un cambio,
una tardanza, 
un descuido...
         -sobrevivirle al llanto-.

Sentada, 
bosqueja nuevos cuentos
en garabatos, sueños,
poemas, colores...
para construir 
cometas de ilusión
que surquen el cielo
y lleguen más allá...
¡más allá!

Papeles
son insuficientes;
los dragones, mimos y payasos
le ceden sus esquinas,
con color los cometas 
podrían ser divisados
desde mucho más lejos.
Surcan el cielo 
y más allá...
han logrado
volar sobre las nubes...
           -sobrevivirle al llanto-.

©Rufina

Dejaste escapar

Dejaste escapar todo:
la riqueza más grande,
la menos apreciada...
Lo que quedó
se expuso en almoneda,
siempre al mejor postor.

Eran tantos...
Como aves de rapiña 
sobre fétidos restos
peores que carroña.

No quedó ni el espacio
y tus huesos desnudos
se cubrían en sí mismos.
No guardaste recuerdos,
ni hiciste un relicario,
no lloraste a tus muertos.
No entendiste lo solos
que quedaban aquellos
desgraciados perdidos
residuos cuasi-hombres
que alguna vez serían.
Dejaste escapar todo:
la menos apreciada
de todas las riquezas,
el más grande recuerdo,
llanto desnudo, espacio,
los huesos descubiertos...
y acaso un relicario
que al final nunca fue.

Rufina

A tí

A tí

Hombre canción, 
llanto, dolor, esperanza, 
dulzura, veneno, fuego,
frescura, sabia palabra...
Tibio abrazo a los sentidos,
piel que estremece, ambrosía,
aliento que resucita...
¡Violenta pasión que mata!

A ti, hombre-universo,
     -en tu pequeñez oculta-
espontáneo, creador constante,
constructor de tus futuros, 
inagotable guerrero...
¿Qué será lo que te espera?
Luego de luchas, conquistas, 
aliento, llanto de muerte...

Cuando no esté la canción,
en tu universal grandeza
se haya secado la piel...
          ¡y se muera la palabra!

Rufina

Mentiras

Mentiras

No existen caminos nuevos, 
como no existen pasados.
Nadie ha escrito un libro
con final definitivo,
ni se ha llegado al lugar
donde termine el destino.

El cielo nunca fue azul,
las nubes no son tan altas,
nada es la eternidad
porque no la conocemos.
Caminos nuevos no existen
siendo que el ciclo de vida
siempre ha sido redondo
aunque neguemos la muerte
buscando nuevas verdades,
siempre hemos de caminar
sobre nuestros viejos pasos.

Rufina

Al fin

Al fin 
que no obtenemos 
nada
apilando los odios;
sino llenar el alma
con vanas frustraciones.

Si fuera posible,
juntando opiniones
destruiríamos murallas
a la muerte insensibles
para marcar espacios
donde se guardan huesos
manos,
ojos...
          ¡voces!

Terribles desacuerdos
serán el alimento:
carroña putrefacta.
Los buitres,
sobrevolando 
esperan
el reto de la lucha,
mientras sobre sus heces
se revuelcan
los asnos.

Rufina

Ella

Ella

Algo ruda, quizás...
musical y hasta violenta,
en un poema, un grito.
Longevos los sonidos
pueden hacerse nuevos
y las vetustas reglas
ofrecen aún la forma
para repetir mejor
lo que otros ya dijeron.

El vocablo que un día
se acomodó al desuso,
frente a un nuevo pacto
apenas se recuerda,
más, cual ala cercenada,
siempre queda un pedazo.

Evoluciona perenne,
trascendiendo todo idioma,
borra todas las fronteras
y llega hasta el quinto cielo...
Sobre piedra o papiro,
viajando cientos de siglos
generacionales voces
cantan constante versos,
honrando la palabra.

Rufina


Agostos de espera

Agostos de espera

I

La tierra exhala su bocanada vapor-fuego.
Se esconde.
Sobre la mesa una carta inconclusa
con huellas de dedos sudorosos
y en el pecho,
incontenibles temblores.

Las horas pasan lentas
esperando por el juego 
que quedó a medias ha tiempo
y no recomenzará.

II

Se despide el sol sin tregua derritiendo la piel.
Se reprime.
dejándole en la sombra
que le cubre por fuera...
y le mata por dentro.

Rufina



Andadas

Andadas

De repente se siente haber vivido al punto de que al parecer no hay sitio para emociones nuevas.   El descubrir se asume como algo adquirido y aprender es el folio que hemos completado.  Cuando llega el momento del nefasto cansancio, quisiéramos tener una honrosa salida 
o una excusa creíble al horror de fallarle a nuestros propios pactos.
De repente el apego a recuerdos lejanos lo descubrimos vano, sin propósito alguno, y de cara a la vida intentamos vencer las viciosas rutinas que creímos causantes de pequeñas victorias, dueñas incuestionables de alguno que otro fracaso.
Y se siente de pronto que al abandonar la inercia ganarnos la partida es común desafuero y normal consecuencia del final de los años; como si despedirnos de la vida  
fuera una pena enorme en lugar de una fiesta.  Al fin que quien despierta de esta cruel pesadilla (que es un enorme engaño), descubre en realidad que aún le queda camino... 
¡y no ha vivido tanto!

Rufina

Soy alli

Soy alli

Soy punto en el infinito,
sangre, cimiente, hueso, latido... piel.
En mis manos hay mil nidos 
y mis ojos visualizan
desconocidos futuros.

Yo, pasión temeraria,
sueño, montaña, raíz, 
vertiente, sol de horizonte y dolor...
      (cuando cala el adiós).
Soy mucho en la nada,
idealizo horizontes,
invento mañanas.
Caudal puro, camino y pasión.

Soy centro de mí misma
¡en la mitad de tu centro!

Rufina

Historia de un absurdo

Historia de un absurdo

El menudeo de miradas se hizo hábito 
en el pozo vecino al muladar donde sapos 
habían tenido que dejar de comer -mierda- 
Sus panzas parecían globos, por distendidas 
transparentes, brillantes, a punto de reventar.
                                      No se decía palabra.
Y no alcanzaban a entender lo acontecido. 
En lodo, musgo y hongo se iba desnudando 
el miedo a descubrirse, entre lluvia ceniza 
se oxidaban espejos, bisagras, cerrojos…
                                      No se decía palabra, 
                                      ni se miraban de frente.

Rufina