El distante recuerdo de verdes
cada vez más lejano al alcance,
más nublado en los ojos...
Se mantiene estandarte
en su eterna misión de imponerse,
ha tornado los suelos, cielo razo.
El olor sigue siendo memoria
inconfundible en su dulzor melao,
hojuelas de carbón al aire,
tostado de sol en carretas,
pedazo'e caña...
¡Sudor de negro y machete!
Posando sobre lomos de bueyes,
adornan yuntas, procurando alimento.
Cadena de vida en milagrosa escena
de verdes quemados, reverdeciendo;
magestuosa calma que de repente
abre las alas y abraza el cielo.
©Rufina