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viernes, octubre 15, 2021

Realidades

 Realidades

Desde la cima de toda altura
y desde el fondo de todo abismo
surge amarga aquella visión
sujeta al vuelo por la esperanza
que era del llanto oculto, razón
excusa a búsquedas inútiles
justificación a la muerte.
¡Ah! ¡Emociones han conjugado!
Inertes cuerpos en la impotencia
manchas de lodo en los pies descalzos
deformes puños, engarrotados.
¡Ah! ¡De la fuerza que es reprimida!
Tumbas ocultas mirando al cielo
polvo de tierra cubierta en sangre
que no se adhiere a las manos limpias.
Injusto rencor generacional
que opaca al sol como negra nube
sellando confines, el infierno...
Las venas se vierten en sangrados
milenarias vertientes, chorros
indetenibles, vetas marcadas
sobre soláz de maldición.
¿Que haz hecho, desgracia de hombre?
Desde que eres se ha destruido
todo regalo puesto en tus manos
tu cruel soberbia llama a la muerte.
La suerte ahora ha abandonado
el sucio espacio llamado entorno
donde te arrastras sobre tu pecho
y se han fugado a los infiernos
las luces claras que antes tocaban
imperceptibles trémulos cielos
bordes de agua ahora estancada.

Rufina
15 de octubre 2014

miércoles, septiembre 29, 2021

Una imagn no es una persona

Una imagen no es una persona

"The human race is so puny compared to the universe that being disabled is not of much cosmic significance.”  -Prof Hawking


Cuando voy por la calle o llego a alguna

actividad artística, muchas veces la gente me 

mira con lástima y los más compasivos, con

curiosidad... Una mujer joven madura, madre 

de dos, artista, activista comunitaria, 

nadie generalmente me visualiza físicamente 

incapacitada, especialmente cuando hace 

solamente cuatro años yo no utilizaba una silla 

de ruedas.

Yo tengo Esclerosis Múltiple.

Fueron muy duros los primeros años (que 

realmente han sido los últimos), porque una 

serie de sucesos fueron aconteciendo a su vez en 

mi vida, que no estaban permitiendo a mi 

acostumbrada temeridad seguir adelante y 

mi salud se deterioraba a pasos agigantados.

Permitirme el lujo de darle cabida a los miedos 

que siempre han luchado por destruirme, sería 

terminar de morirme, ciertamente. Por eso, 

tenía conciencia de que de alguna forma había 

que hacer un cambio.

Cada minuto que pasa de mis días, es una razón 

para celebrar la vida y sentir el amor en toda 

su plenitud.  A pesar de haber recibido muy poco 

de ese amor, mi corazón rebosa...  Especialmente 

desde que un día 'descubrí' que lo que detenía 

mi 'crecimiento', eran los odios y los rencores 

acumulados por años de mucho e intenso 

sufrimiento. Pero no era justo vivir como un 

producto de las miserias de otros, sino vivir por 

mí misma.  Entonces, desde la profundidad de 

mi espíritu surgió la fuerza necesaria para  

tomar la decisión de hacer el cambio... ¡Y 

comenzó la metamorfosis!  Hace algunos años, 

por cierto... pero yo siento que sigue constante 

seguro el desarrollo y eso es lo importante. He 

logrado tomar decisiones que cualquiera en mi 

lugar jamás hubiese tomado...

Es importante porque he adquirido la capacidad 

de mostrarme tal cual soy, sin las caretas 

grotescas que casi todo el mundo usa para 

ocultar su real incapacidad y sus suciesas.

Por eso es hermosa la vida, aunque muchas 

veces parezca injusta... Pero no es precisamente 

juzgarla lo que nos compete, sino agradecerle...

Luchar por lo que queremos. Vivir por lo que 

somos.

¡Desarrollar nuestra capacidad de hacer un 

sueño realidad y no conformarnos solo con el 

sueño mismo!  Todos tenemos limitaciones, pero 

la más grande es definitivamente la falta de 

humildad. Cuando este importante elemento 

falta en un ser humano, nada es capaz de ser 

logrado plenamente... y de serlo, siempre queda 

un sabor amargo en la boca.  Tenemos que 

aprender a vivir agradecidos.


Quienes no podemos cambiar nuestras 

circunstancias, tenemos que aprender a que 

debemos adaptarnos a vivir con ellas, 

acariciarlas, asumirlas y hacerlas productivas 

dentro del alcance de nuestras capacidades.

Y cuando tengamos un logro, grande 

pequeño, ¡celebremos!

Celebremos el ser. Celebremos el amor de Dios en 

nosotros mismos...  ¡Celebremos!

No hay razones para no hacerlo... Lo que existen 

son temores que alimentan la inseguridad para 

destruirnos.

¡Celebremos la vida! ¡Aprendamos a amarnos a 

nosotros mismos!

No nos puede doler más lo que tenemos que lo 

que nos dolió no haberlo tenido...

¡Nos preocupamos por tanta estupidez! 

Perdemos el tiempo en tanta cosa inútil... Nos 

hacemos la vida demasiado complicada.

¡Nos hacemos tan sordos a nosotros mismos!



Irely Martínez Montes (Rufina)

4/2001

Desentendiendo

Desentendiendo

Tan cerca se siente, que toca fibras nerviosas. 
En la nuca, imperceptible suspiro altera 
pulsos 
en movida generalizada, se mete entre 
carne y huesos.  
No saber enerva el miedo expuesto al sin sentido.

Resuellan estertores, y latidos sugieren 

una imperiosa necesidad de pronta huida.
En las manos la caricia se pierde, el sudor 
expone, la espalda manifiesta odioso temblor.

Latigazo de hielo recorre el espinazo.

La mente presenta imaginaria hostilidad
y el estómago se contrae respondiendo
a la presión de las arterias en el cuerpo.

De pronto el músculo entumece y sangran los ojos.

Respirar se complica, no existe movimiento
y de frente al colapso solo hay que rendirse.
Sorprendió, de repente, y nos quedamos solos.

Rufina

5/25/2022


Hablando de recuerdos

Hablando de recuerdos

Una brisa de lluvia es suficiente
para zurcir los pedazos de tiempo
que echados al olvido se niegan a partir.
Entre imágenes nebulosas llegan
con todas sus verdades,
toda sus alegrías y todas sus penas.

De repente huele a madera mojada,
a corteza de palma tostada de sol,
a lavanda en la almohada...
Las acerolas caen sobre la hamaca,
su zumo mancha la ropa, pero está bien.
Sobre la piel su dulce se amelcocha.

Imposible luchar contra el sueño.
El cuerpo se hace pluma y los ojos,
hinchados de llanto, en dolor mojados,
recorren aquél espacio donde el amor
volvió a la tierra sin pedirse permiso.
¡Ese lugar donde la ilusión se ahoga!

De repente la cámara donde hizo frío,
se vacía de mustias flores plásticas.
Demasiados ojos miran esperando
la hora de saltar sobre los despojos
de espejos rotos y viejos papeles,
y olvidadas muñecas ríen en sus caras.

El musical agasajo de lluvia sobre zinc
marca la hora de orear tejidos y hacer café.
Los niños duermen la tibieza del aroma
sobre algodones limpios, planchados.
El viento quita hojas secas de los floreros
llenos de agua con flores muertas.

No están las manchas, ni está la hamaca.
No hay acerolas, ni está el amor.
Algodón limpio sobre las camas,
espejos rotos, papeles viejos,
brisa de lluvia, café servido, niños dormidos...
¡Pero está bien!

©Rufina

Será 1

 Será

Cuando llegue de momento, el grito

hará temblar piedras y montañas,

estremecerá todos los valles, 

los abismos liberarán luces

por milenios ocultas al hombre.

El que de los abismos más altos

logre extraer nuevas profundidades

y vierta sus mieles en el centro

del hueco sobre la esfera fuego,

llenará de divina energía

y cesarán airados temblores.

Cuando llegue el momento, la muerte

tomará el espacio cedido

asumiendo su intrínseca parte

en el riesgo de vivir el proceso.

Entonces la dualidad del grito

desgarrará con saña la matriz

dividiendo la energía en esferas,

rompiendo las cadenas de las luces

milenarias, descubriéndolas

al espacio inventado de ida

que tomamos todos por llegada. 

El grito será el abrazo tibio

que abra espacio, ilumine el sitio

y quite las heladas a la muerte.


Rufina


Somos ""

Sobrecogido el tiempo iba intentando
acumular amores e ir despacio
donde rumiaban musas solitarias
sordas a los llamados angustiosos
de un ser creativo y loco de quebranto.

Surgían de la nada los albores
esperanza constante de renuevos
de comienzos pasivos, de sosiego
cuando extender el brazo les bastaba
y el más pequeño ser tocaba el cielo.

En guerra del querer llegar inmenso
contra las coyunturas del desprecio
el sudor del esfuerzo se extendía
mostrándose resilientes al frío 
era precisa brisa refrescante.

Olvidados del tiempo que inventaban
buscar infinitos de algún modo era
querer sobrevivir a los letargos
abrazar una voz, morir de frente
acomodar el alma a lo encontrado.

Rufina
8-21-2021




A ti, poeta

Aún te duela el sin remedio,
no ha de llegar el momento de la partida,
hasta que sea el tiempo.

No se olvidan los amores.
Los buenos, los malos,
los inútiles, los robados...
Siempre se deja huella donde se ha vivido
intensamente.

Sobrevive a la prisa la belleza.

¿A qué llamas muerte?
¿A qué desesperar si es aún fértil tu entraña
polinizándose al viento?

Acelerar o dilatar el viaje no sana heridas.
¡Sobrevive la belleza!


©Rufina


Nuevo

Cuando empieza a surgir

del confín infinito

un conato de luces

la oscuridad desangra

y las manchas agreden

la pureza que nace.

Desaparecen todos

los brillos sostenidos

por estelas de nubes

el permanente espejo 

se apodera de todo

proyectando colores.

Se muestran con frescura

ante el padre del alba

vistiendo los albores.

No existe vergüenza

que empuje a esconder

un pecado sin hecho

ni a la vista de todos

resulta inofensivo

el desparpajo abierto

del sonoro Universo.

Perfección en el caos

amoroso disturbio

saluda despertando.


Rufina

9-29-2021





jueves, agosto 12, 2021

Repeticiones

Repeticiones
Por suerte nadie tiene la última palabra

la primera mentira, la verdad absoluta

ni la vida comprada.

La evidencia real de un último suspiro

se pierde en cada lecho cuando llega la muerte.

El llamado mañana tiene poco de cierto;

no es verdad que en el cielo

en un rincón cualquiera nos espera un Nirvana.

No ha sucumbido el hombre a un millón de derrotas

ni se ha muerto el ingenio después de la tragedia.

Nos esclaviza el tiempo por esconder verdades.

Nos mata el desacierto de no encontrar culpables. 

Siguen surgiendo rostros dueños de las sonrisas,

capas nuevas de polvo restauran nuestra tierra.

¡No hay dos días iguales aunque les re-inventemos!

Por suerte nadie tiene sueños en exclusiva,

acceso a los futuros, solución permanente

a todos los conflictos o control de los daños.

Entre nubes obscuras muere la perspicacia 

alguna vez orgullo de tontas vanidades.

Hemos desconocido todos los elementos

invadiendo su espacio, ignorando su fuerza,

y asumiéndonos dueños de todos los dominios. 

Hemos utilizado de manera tortuosa

la divina palabra que sostiene la vida.


©Rufina


¿En qué inviertes tus latidos?

¿En qué has invertido tus latidos?
Esa energía de donde nacieron
las estrellas y los cielos, la hora
en que fuimos convertidos humanos
creativos destructores que al final
no tendremos lo que desconocemos. 

Esa energía que lloró los mares,
esculpió la tierra de los polvos
gases del Universo-vientre eterno
entregó perfectos sistemas llenos
que engendraron la luz mitidrática
protectora que pare y alimenta.

¿Dónde has abandonado el juicio?
En una esquina oscura de lógica
o en el rancio hueco de tus carencias
do depredadores esperan tu fin.
Buscar lo perdido ya no es aliento
y a tu tiempo le reconoces traidor.

Los buitres hace mucho sobrevuelan
tus entornos, tú, mísero remedo
de hombre, merecedor del escarnio
continúas en prepotente pose
conquistado por la idea estúpida
de una existencia vil, interminable.


Rufina




Negro y Blanco

Negro y blanco
Con la certera dirección de bala al blanco,
clara convicción, definida.
No hubo espacios a ornamentos o alardes.

No hubo sueños equivocados,

ni términos confusos, ni una promesa vana.


Almas impolutas, limpias de todo.

Tierna ingenuidad de niños grandes.

O era así, o no era... simplemente

la copa compartida rebosó jubilosa

y de ella bebimos hasta consumirla.


No hay vuelta atrás y permanecerá

en los tonos con que le pintamos...

¡Y ha de seguir siendo hermosa!

Coincidencialmente no quedan extremos,

así como razones para resentimientos.


Dos tonos, clara convicción,

tierna ingenuidad impoluta que aún rebosa.


©Rufina


lunes, julio 19, 2021

Hablando de recuerdos

 Hablando de Recuerdos

Una brisa de lluvia es suficiente

para zurcir los pedazos de tiempo

que echados al olvido se niegan a partir.

Entre imágenes nebulosas llegan

con todas sus verdades,

toda sus alegrías y todas sus penas.


De repente huele a madera mojada,

a corteza de palma tostada de sol,

a lavanda en la almohada...


Las acerolas caen sobre la hamaca,

su zumo mancha la ropa, pero está bien.

Sobre la piel su dulce se amelcocha.


Imposible luchar contra el sueño.

El cuerpo se hace pluma y los ojos,

hinchados de llanto, en dolor mojados,

recorren aquél espacio donde el amor

volvió a la tierra sin pedirse permiso.

¡Ese lugar donde la ilusión se ahoga!


De repente la cámara donde hizo frío,

se vacía de mustias flores plásticas.


Demasiados ojos miran esperando

la hora de saltar sobre los despojos

de espejos rotos y viejos papeles,

y olvidadas muñecas ríen en sus caras.


El musical agasajo de lluvia sobre zinc

marca la hora de orear tejidos y hacer café.


Los niños duermen la tibieza del aroma

sobre algodones limpios, planchados.

El viento quita hojas secas de los floreros

llenos de agua con flores muertas.


No están las manchas, ni está la hamaca.

No hay acerolas, ni está el amor.


Algodón limpio sobre las camas,

espejos rotos, papeles viejos,

brisa de lluvia, café servido, niños dormidos...

¡Pero está bien!


©Rufina