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jueves, marzo 26, 2020

Sin rencores


Los errores no justifican el sufrimiento.

No hay manera de mantener vivo


un dolor, sin que haga daño


envenenando el alma.


No existen justificaciones


para el resentimiento,


y la mezquindad se repudia por instinto.

Ninguna cuenta suma indefinidamente,


la misma lágrima no se llora dos veces...


¡Los besos de amor son irrepetibles!

El pasado no puede retenernos.



Rufina

Voz, Sangre, Veneno


Voz, Sangre, Veneno



El cuento que no acaba.

Quedaron conformes

con sólo el cambio de nombre

y preguntan: "¿Ahora qué?",

con la absoluta certeza

de que habrá respuestas.

Agridulce seudo-victoria 

que no ofrece soluciones

desde hace seis milenios.



Cada uno aporta lo que tiene

porque todo tiene precio.

Voz que grita a los montes,

sangre vertida en agua,

veneno sembrado en tierra.

Firmas de peso en papeles,

lija para sus culos.

Entre el vapuleo de nalgas

que se cambian por botellas...

¡Como se venden conciencias!



Así habrán de encontrarles:

por el criadero de moscas

que no ha de arroparlos

por el Divino arbitraje

de la Santa Mancha de Plátano

que traspasó la epidermis,

los músculos y huesos

hasta el mismo tuétano,

y sigue matándonos

a pellizcos sin haber

servido de puta mierda. 



El cuento que no acaba:

Orgullo patriotero,

nube de sucio polvo...

ruido, ruido y más ruido,

orín hediondo en zaguanes, 

grito a los montes,

sangre en el agua,

veneno en tierra...

¡Mierda y más mierda!



©Rufina



Octava por la memoria ___!

Octava por la memoria


Veré partir las estrellas al alba

cuando aún no hayan nacido luces

en la orilla, las siluetas de palmas

llorarán queriendo caerse de bruces

y al filo de horizonte, cual lanzas

marcarán al infinito sus cauces

como ha sido marcada la brecha

victoriosa aún siendo más estrecha.

Cuando al fin alcancemos la meta

Herodoto removerá en un vuelco

de la tierra las escondidas grutas

será atado lo que estuvo suelto

ante la gran misión resoluta

que exponga al final el afloramiento

evidenciando el tiempo que la historia

carga en brazos la honra de su gloria.

Si al fin la fuerza del sol prevalece

reafirmando el sabido derrotero

nutriendo la verdad que al fin florece

sobre el ataque cruel del desafuero

la canción de siglos creará voces

desde los atabales, junto al fuego.

Con una eterna fiesta a la alborada

sobre el cielo escribiendo la leyenda.


©Rufina