Voz, Sangre, Veneno
El cuento que no acaba.
Quedaron conformes
con sólo el cambio de nombre
y preguntan: "¿Ahora qué?",
con la absoluta certeza
de que habrá respuestas.
Agridulce seudo-victoria
que no ofrece soluciones
desde hace seis milenios.
Cada uno aporta lo que tiene
porque todo tiene precio.
Voz que grita a los montes,
sangre vertida en agua,
veneno sembrado en tierra.
Firmas de peso en papeles,
lija para sus culos.
Entre el vapuleo de nalgas
que se cambian por botellas...
¡Como se venden conciencias!
Así habrán de encontrarles:
por el criadero de moscas
que no ha de arroparlos
por el Divino arbitraje
de la Santa Mancha de Plátano
que traspasó la epidermis,
los músculos y huesos
hasta el mismo tuétano,
y sigue matándonos
a pellizcos sin haber
servido de puta mierda.
El cuento que no acaba:
Orgullo patriotero,
nube de sucio polvo...
ruido, ruido y más ruido,
orín hediondo en zaguanes,
grito a los montes,
sangre en el agua,
veneno en tierra...
¡Mierda y más mierda!
©Rufina
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