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viernes, mayo 24, 2019

Huracan


Huracán

Una sábana cuelga,
tres niños,
el mar vacío,
la danza...
¡Mi voz en la ventana!

Una densa espesura
entre el sueño y la sábana,
maderos derretidos...
el viejo paño rasgado,
fundidos nada y mar.

Se pega mi voz a las ventanas,
y una mujer de negro
comienza su danza
de angustiosa partida.
No la ven.

©Rufina


jueves, mayo 23, 2019

Que manera de llover


¡Qué manera de llover!

Sobre el negruzco techo
proyectan sombras
las redes de arañas:
en danzas fantasmales,
al capricho del viento.

Afuera el agua pega
sobre ramas, troncos,
cristales y azoteas,
seduciendo intenciones.

Adormecente ritmo,
entre pellejo y carne,
cubriendo las visiones,
cercenando mañanas.

Se mantiene anegado
aún si se sacude,
se tiende o se airea...
-un sopor insufrible-

como si por los poros
en lugar de absorberse,
expulsárase el zumo...
          ablandando la tierra.


©Rufina - 
Puerto Rico
noviembre, 2018




miércoles, mayo 22, 2019

octubre


Octubre

Llegó mañana. 
Enajenada,
la conciencia busca entre bostezos
una fórmula que obligue al alma
                                   a replegarse;
un espacio para
hundirse en el olvido;
el más ardiente naranja del otoño...
¡Que acaricie dolores y sollozos!

Tiemblan las manos,
la razón intenta despertarse.
Con pesadez de bulto viejo
lleno de intervalos y papeles,
el vaho encerrado en un tintero
y el corazón de dos...
                         ¡Hecho retazos!

Siempre inútil.
Huír del ósculo soñado 
                          es imposible...
Dejó de ser idea para armarse
en el profundo cosmos de mi pecho
junto a febriles horas,
                          donde yace.

Rufina




martes, mayo 14, 2019

Cielo e infierno




Querida Rufina,
Estoy aquí como siempre gozando tu presencia y tus poemas en los que muestras el Cielo en tus manos y fuego en el alma. Yo siempre te imagino dulce, enormemente sensible, ocultando lágrimas y abrazandote a la vida. La mía me dio la dicha de tenerte como amigahermana. Te abrazo querida
Ernesto Kahan


Inesperado encuentro,
angustia inconsciente,
urgencia, grito, llanto...
Cielo en las manos, fuego en el alma.

Lejanía insalvable renegando los tiempos
construídos por sueños en ideadas proesas,
inventando los cantos, buscando un horizonte
sin medir las distancias.

Cuando eran los besos las ráfagas violentas
de una caricia dulce,
el dolor se hacía menos
mientras más cerca el alba.

El llanto fue amable como se hacían pequeños
los más bellos poemas;
la ausencia y el espanto, se daban mil abrazos
fundiéndose en olvidos negando consecuencias.

De aquél cielo cercano
y mordiendo las nubes,
alguna vez tocamos
enormes las pasiones.

Habituando las tardes repetimos fracasos 
-que habían dolido tanto-.
Se nos quedó en los sueños el necesario abrazo
y el sabor agridulce de imborrables ausencias.


©Rufina -noviembre, 2008



sábado, mayo 04, 2019

Consecuencias



Consecuencias

Cuando fuimos la hora y el momento
la soledad dejó los excedentes
creados con ardid por infortunios.
Cerramos los ojos
  queriendo ver el cielo.
Desde aquí todo luce diferente.
La amorfa realidad es como un puño
que libera de golpe toda culpa.

A pesar de que nada sea cierto
-y finalmente todo se descubra-
continuará el sueño siendo sueño
y el porvenir un gajo de desvelos.

Nos será necesario estar bien altos
para atisbar lejanos horizontes
y sentados sobre un trípode sin dueño
al centro de la amarga desventura
deberemos hermanar el desconsuelo
al dolor de haber perdido nuestro norte.


©Rufina