Páginas

domingo, septiembre 05, 2010

A quien le importe


Si es que la espera valió la pena,
llegó al final salvando aciertos,
donde los huesos de los amados
se deshacían de cerca al agua
 y en un espacio sobre la arena,
un canto triste, casi de espanto,
 desdibujaba en sombras el filo
de las danzantes ondas al viento.

Si la tibieza de un dulce beso
chocó de frente con la carcoma
que helada y brusca, 
-hecha de piedra-
llena de arena se retrataba,
y ante las luces quedas del alba,
en duelo tétrico se batían
por nuestros huesos perros y olas,
salitre, agua... ¡Viento entre danzas!

En un arranque voráz de furia,
nos acordamos de ser nosotros 
y convertimos el hielo en fuego
junto a las notas de ahogados llantos,
donde los cuerpos se consumían
al golpe sordo de agua con viento,
todas las piedras ahuyando miedos
de huesos rotos y piel rasgada,

 para encontrarnos hoy en la espera;
viejos deshechos de inútil beso
lágrima-lluvia que nunca para,
danzando al alba espera-espanto,
ondas al viento pactando duelos
sobre las sombras de un mar... 
¡sin agua!


©Rufina