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jueves, agosto 12, 2021

Repeticiones

Repeticiones
Por suerte nadie tiene la última palabra

la primera mentira, la verdad absoluta

ni la vida comprada.

La evidencia real de un último suspiro

se pierde en cada lecho cuando llega la muerte.

El llamado mañana tiene poco de cierto;

no es verdad que en el cielo

en un rincón cualquiera nos espera un Nirvana.

No ha sucumbido el hombre a un millón de derrotas

ni se ha muerto el ingenio después de la tragedia.

Nos esclaviza el tiempo por esconder verdades.

Nos mata el desacierto de no encontrar culpables. 

Siguen surgiendo rostros dueños de las sonrisas,

capas nuevas de polvo restauran nuestra tierra.

¡No hay dos días iguales aunque les re-inventemos!

Por suerte nadie tiene sueños en exclusiva,

acceso a los futuros, solución permanente

a todos los conflictos o control de los daños.

Entre nubes obscuras muere la perspicacia 

alguna vez orgullo de tontas vanidades.

Hemos desconocido todos los elementos

invadiendo su espacio, ignorando su fuerza,

y asumiéndonos dueños de todos los dominios. 

Hemos utilizado de manera tortuosa

la divina palabra que sostiene la vida.


©Rufina


¿En qué inviertes tus latidos?

¿En qué has invertido tus latidos?
Esa energía de donde nacieron
las estrellas y los cielos, la hora
en que fuimos convertidos humanos
creativos destructores que al final
no tendremos lo que desconocemos. 

Esa energía que lloró los mares,
esculpió la tierra de los polvos
gases del Universo-vientre eterno
entregó perfectos sistemas llenos
que engendraron la luz mitidrática
protectora que pare y alimenta.

¿Dónde has abandonado el juicio?
En una esquina oscura de lógica
o en el rancio hueco de tus carencias
do depredadores esperan tu fin.
Buscar lo perdido ya no es aliento
y a tu tiempo le reconoces traidor.

Los buitres hace mucho sobrevuelan
tus entornos, tú, mísero remedo
de hombre, merecedor del escarnio
continúas en prepotente pose
conquistado por la idea estúpida
de una existencia vil, interminable.


Rufina




Negro y Blanco

Negro y blanco
Con la certera dirección de bala al blanco,
clara convicción, definida.
No hubo espacios a ornamentos o alardes.

No hubo sueños equivocados,

ni términos confusos, ni una promesa vana.


Almas impolutas, limpias de todo.

Tierna ingenuidad de niños grandes.

O era así, o no era... simplemente

la copa compartida rebosó jubilosa

y de ella bebimos hasta consumirla.


No hay vuelta atrás y permanecerá

en los tonos con que le pintamos...

¡Y ha de seguir siendo hermosa!

Coincidencialmente no quedan extremos,

así como razones para resentimientos.


Dos tonos, clara convicción,

tierna ingenuidad impoluta que aún rebosa.


©Rufina