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viernes, diciembre 27, 2019

La lágrima no es fácil

La lágrima no es fácil



Los llantos son hondos,

serios, infinitos.

Hablo de los llantos

cuya razón es contundente.


Llantos desde dentro

donde el alma desgarra agónica

y callada esconde esa rabia

sorda de impotencia que reafirma

lo incapaz de los intentos 

ante toda lucha... ¡Toda!


Sobrevivir al dolor deja huellas

en el espíritu, fija cicatrices

puede atrofiar alas

que al final cercenan.


Ni el ardor de la visión anegada

es capaz de aliviar del sollozo,

el incontenible espasmo, estruendo

horroroso ahogo.


Luego llega la paz.

Llorar sana el alma.



Rufina


Escribir

Escribir

En la forma de decir no cuentan
las reglas que impongan palabras.
El escrito es la expresión libre
espontánea que inventa su ritmo
que al orden silábico evade
no a la urgencia de exponer el alma.
La rima es dos cuerpos amando
donde nunca cabría un tercero.
Música invasora que se mete al pecho.
Sí es cierto que el desahogo es bueno
igualmente es salud contenerse.
En el espacio que a exponerse invita
vigilar que la frescura no muera
que el diario vivir no le ahogue
que la verdad se muestre efusiva
y el ingenio de una mente abierta
quede prendado del alma que busca
al azar, en el Arte su rastro
reconozca en el trazo su emblema
la razón de la eterna presencia
y que marque su huella al volar.

©Rufina

Dicen

DICEN

Dicen que de noche, cuando falta el sueño
lo que fue cordura todo el día
torna al mundo confuso,
la perspectiva cambia desde todo punto
el ser se conciencia de uno mismo.

De noche la piel se sensibiliza,
el cabello, los ojos... 
¡Y los labios!

Cuando ya el sueño falta,
se siente igualmente el hueco que dejara
el beso que no se entregó a tiempo,
el frío de la caricia que no fue,
el vacío de un abrazo perdido.

Dicen que el sueño falta de noche
cuanto más necesario se hace
el balance entre el consciente y la paz
negada al espíritu.

Escondida en las sombras se encuentra
la grieta que promete salida
y se busca con empeño, ansias...

Hasta que al fin las luces del alba
decidan entregarnos el sueño
despierte la cordura del día y la piel
se haga cargo del hueco del beso
del mundo que falta confuso
la caricia que cambia, el frío
de el necesario abrazo...
¡La conciencia de uno mismo!

©Rufina