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jueves, octubre 27, 2011

A medio compartir (Fe de errata)


Lo normal era que ocultara dolores,
que me hiciera invisible a los ojos de todos. 

Lo normal era que, asumido el fracaso
me aferrara a la nada que quedaba en las sombras 
como única posesión que recordara
afiebrados desvelos y horas incontables 
combatiendo abandonos de amores idos.

¡Cuánta lágrima compartida! ¡Mucha!

Cuando la realidad se hizo innegable
se desprendía el firmamento y aún
hay pedazos filosos de cielo que lastiman.

Al abrir los ojos, encontramos en medio
la absurda sorpresa de no pertenecernos
y ante tí resurgía el mañana que no encuentra
este espacio mío, ahíto de ansias y penurias.

Lo normal era abandonar pretensiones
ante la realidad de una felicidad
que en complejo paradigma se dualiza
confrontando sentires entre bien y mal
donde al final la victoria es dudosa
porque siendo lo que es, no nos pertenece.

Lo normal era que tu alegría me doliera
desangrara el alma al extremo olvido perdido
y negara sombras que no te llegaban cerca
pero no hubo espacio sino para desaparecer
a buscar el lugar donde perdimos el suelo.

Todavía encontramos los pedazos filosos
del firmamento amplio que creímos nuestro
absurdas horas, afiebrados desvelos
dolorosos abandonos y sorpresivos mañanas.

Mucha pena, mucha lágrima, un espacio
donde guardo recuerdos, mi única posesión
desde que abrazo mía tu felicidad.


©Rufina