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martes, diciembre 13, 2011

Recuerdos 1

Haberte encontrado entre espacios aire
donde el tiempo apenas se sentía,
las prisas se hacían necesarias,
fue mucho más que un acontecer valioso.
Llegaron a ser tantos los momentos
cuando el miedo-dolor se pegaba al pecho,
que por fuerza el ciclo de vida tendría 
que solidarizarse y ser compasivo.
Entonces fue el esperado milagro:
compartidas carencias, almas ciegas
frente a la luz de posibles mañanas.
Fue tanta la hermosura atesorada
que no advertimos la continuidad,
natural movimiento de vida.
Pasaron las esperas casi sueño,
las puertas se abrían a ambos, pero yo...
Me quedé con el miedo en las manos,
la dulzura de inventados besos,
aquél abrazo tibio que arrullaba
con la hermosa esperanza del encuentro.
Quedé como cuando la luna sonreía,
tus manos se posaban en mi cuerpo,
mis lágrimas bebías con paciencia...
Como cuando estuvimos en tu espacio
y cabalgando el amor fuimos eternos.
He sido desde entonces hoja al viento
que no logra entender su travesía,
pero que le agradece al Universo
aquél espacio-aire que hoy posee
a pesar del dolor y la distancia,
como cuando compartíamos sueños,
lágrimas, carencias, besos, todo,
y nuestros latidos eran uno...
¡Como cuando tu sexo era mi sexo!

©Rufina