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domingo, mayo 03, 2020

Batallas


BATALLAS

Cuando el tiempo se tiñe de grises
y se irreconocen las luces del alba
al filo verde-azul del horizonte,
untada de sol suda la tierra
y se cuaja el vapor centelleando
sobre verdes de intensos matices.

Una cruenta batalla vislumbra

entre musas que nunca despiertan
y las mágicas huestes del sueño
decididas a imponer la fuerza
que el descanso alimenta y restaura.


©Rufina

Hablando de Recuerdos,,,

Hablando de Recuerdos



Una brisa de lluvia es suficiente
para zurcir los pedazos de tiempo
que echados al olvido se niegan a partir.
Mil imágenes nebulosas llegan
con todas sus verdades,
toda sus alegrías y todas sus penas.

De repente huele a madera mojada,
a corteza de palma tostada de sol,
a lavanda en la almohada...
Las acerolas caen sobre la hamaca,
su zumo mancha la ropa, pero está bien.
Sobre la piel su dulce se amelcocha.

Imposible luchar contra el sueño.
El cuerpo se hace pluma y los ojos,
hinchados de llanto, en dolor mojados,
recorren aquél espacio donde el amor
volvió a la tierra sin pedirse permiso.
¡Ese lugar donde la ilusión se ahoga!

De repente la cámara donde hizo frío,
se vacía de mustias flores plásticas.
Demasiados ojos miran esperando
la hora de saltar sobre los despojos
de espejos rotos y viejos papeles,
y olvidadas muñecas ríen en sus caras.

El musical agasajo de lluvia sobre zinc
marca la hora de orear tejidos y hacer café.
Los niños duermen la tibieza del aroma
sobre algodones limpios, planchados.
El viento quita hojas secas de los floreros
llenos de agua con flores muertas.

No están las manchas, ni está la hamaca.
No hay acerolas, ni está el amor.
Algodón limpio sobre las camas,
espejos rotos, papeles viejos,
brisa de lluvia, café servido, niños dormidos...
¡Pero está bien!

©Rufina