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jueves, junio 03, 2010

Negro y Blanco



Con la certera dirección de bala al blanco,
clara convicción, definida.
No hubo espacios a ornamentos o alardes.
No hubo sueños equivocados,
ni términos confusos, ni una promesa vana.

Almas impolutas, limpias de todo.
Tierna ingenuidad de niños grandes.
O era así, o no era... simplemente
 la copa compartida rebosó jubilosa
y de ella bebimos hasta consumirla.

No hay vuelta atrás y permanecerá
en los tonos con que le pintamos...
¡Y ha de seguir siendo hermosa!
Coincidencialmente no quedan extremos,
así como razones para resentimientos.

Dos tonos, clara convicción,
tierna ingenuidad impoluta que aún rebosa.

©Rufina