Páginas

viernes, diciembre 24, 2010

Hoy hay poco que celebrar UPR

Si estuviera en la Isla, probablemente estaría detrás de mi vieja intentando que se esté quieta, porque le pueden doler hasta las pestañas, pero no hay forma de que esté sin hacer nada.  Ya me envió la caja de todos los años con unos pasteles, arroz con coco, hojaldres y hasta algún dinerito, con todo y las clavículas fracturadas.  Mi madre es la hostia... ¡Como si yo no encontrara de todo eso acá!

Llevo años diciéndole que no lo haga, que el envío cuesta más de lo que merece la pena, pero no hay manera. Y luego mi hermana menor que para evitarse conflictos no se le impone, y envía ropa y surtido de dulces típicos, juguetes a mis nietas...  
En Puerto Rico cada una de mis hermanas y sus familias irán a sus respectivas iglesias y llegarán a comer o cenar (lo que les convenga) a la casa de Mami (o a otra) a buscar sus regalitos.  La mayoría son jóvenes Universitarios adultos, pero igual en la casa de Mami serán siempre niños.  No me canso de lamentar el haberme perdido el tiempo mas hermoso de todos estos chicos, pero ya ni llorar es bueno.

Hay mucho que celebrar, a pesar de todo.
Personalmente, no tengo de qué quejarme; sigo tan activa como puedo dentro de mis limitaciones físicas, trabajando mis pinturas que ahora tienen otra razón más de ser.  Siempre compartiendo bendiciones... Siempre redescubriendo razones, siempre produciendo... ¡Siempre amando!
Soy una mujer bendecida.

Por otro lado, tengo un vacío en el alma que me descontrola.  No sé si será que desde hace unos años se ha exacerbado mi sensibilidad, o que simplemente los irresolutos conflictos de mis vivencias se repiten en las vidas de otros y la conciencia me pide involucrarme.  
Para decirlo claro, no es sólo que "me pide", sino que la urgencia del llamado es cada vez más intensa, cuanto más toca el alma y el intelecto.  
No es la primera vez que mueren niños de hambre en el mundo, se asesina solo por ambición, ni la última vez que hay conflictos bélicos entre naciones hermanas, crímenes de genero, abusos...  Igualmente en Puerto Rico no es la primera vez que hay un gobierno corrupto e inepto, aunque sí sea la primera vez que se jacten de ello a voz en cuello.  Tampoco es nueva el alza de la criminalidad, el desempleo, la indiferencia hacia los discapacitados, la carencia de servicios de salud necesarios, el abuso a los estudiantes, el que la administración de la única Universidad Pública en el país se confabule con el gobierno en turno para imponer su proceder fascista, intentando arrebatar al pueblo el derecho humano universal a una educación superior gratuita de calidad.

Todo esto se agolpa en mi mente con un sin fin de imágenes que discuten entre sí, y me agotan sobremanera.  Pienso en la cantidad de pinturas que ya tengo bosquejadas, la montaña de irreverentes caricaturas que han nacido de lo que recibo a diario, los lienzos por preparar, y la sensación de impotencia se hace más grande cuanto más corto es el tiempo.  Definitivamente no es fácil levantarse una mañana víspera de Navidad a leer tus correos, encontrar cientos de felicitaciones y buenos deseos en Navidad y Año Nuevo, y aunque les agradeces y reciprocas, te sientes incapaz de contestar de buen talante y con total honestidad a alguno que otro de ellos.  

Porque soy un libro abierto, lo primero que no puedo hacer es decir algo sólo porque sea lo correcto.  Quien me conoce sabe que "lo correcto" me lo paso por 'el arco del triunfo' cada vez que puedo, igual que "la compostura" y todas esas mierdas.  Y no quiero que se equivoquen: por supuesto que deseo a todos felicidad, prosperidad, paz, salud y todo lo que quiero para mí y los míos.  Es que cuando la conciencia pesa incluso más que los sentimientos, la conciencia ES prioridad.  Por eso, cuando entro a las redes sociales en las que participo y encuentro hasta 20 tarjetitas, abrazos y cosas así, decido no contestar, porque en realidad no me daría el día si lo hago. Eso no quiere decir que no lo aprecio. 

Lo que de verdad no podría es celebrar "como se debe" los días festivos.  Mientras en casi toda Hipanoamérica la situación es caótica a causa de la corrupción y la criminalidad rampante, miles mueren por falta de servicios básicos y otros pierden todas sus posibilidades para subsistir, los gobiernos  "les venden paraguas"; de otro lado, las guerras invasoras y/o civiles orquestradas en el Medio Oriente se siguen justificando como necesarias y hasta ganadas, cientos de "pérdidas colaterales" día tras día, y los gobernantes incapaces de detener el desorden porque es más importante el dinero.  Al fin, que si fuera a mencionar todo lo que tengo que mencionar, no terminaría nunca y ustedes quizás ni podrían sentirse alentados a terminar la lectura.  

Pero me voy a detener un segundo en una sola cosa:
Aún siendo tan trillada la frase de "los niños y jóvenes son el futuro de nuestros Países", debo recordarles y repetirles, que en Puerto Rico tenemos un futuro que lamentablemente no hemos podido vislumbrar con claridad, por nuestra jodida manía de abrazar la indiferencia, pensando que son "problemas de otros".  Ya es hora de que maduremos como pueblo y miremos las cosas como son, rechazando manipulaciones de oportunistas y valorando lo que realmente tiene peso en nuestras vidas y las de futuras generaciones.  "Un pueblo sin educación es un pueblo vulnerable a la manipulación".  El grito ha rebasado fronteras y a este asunto no es sólo de los Puertorriqueños. Si hay tanta solidaridad, y a tan altos niveles, debe ser que los otros son los que están equivocados. 
Yo celebraré todas las fiestas del año juntas, cuando la administración de la UPR y el gobierno anexionista dejen de joder y asuman que lo que hacen es inconstitucional y abusivo.  ¡Fuera la Policía de PR y la Fuerza de Choque de todos los Recintos de la UPR!
¡QUE VIVAN LOS ESTUDIANTES!

HONREMOS NUESTRO FUTURO, HONRANDO A NUESTROS ESTUDIANTES.

© Irely - Rufina
diciembre 2010