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domingo, octubre 09, 2011

De pie



Mal que le ha de pesar a muchos,
las raíces se aferraron a la vida
con todas las fuerzas obtenidas
de donde otros retienen fracasos.
La diferencia estriba en lo que no se ve.

Cuando se tienen todas las puertas:
Las que han escogido otros por tí,
las que todos prefieren,
las que todos rechazan,
y las que pocos consideran,
la decisión intimida...
Pero no ha de matar a nadie.

 Los árboles de raíces aéreas
no son mejores que los demás:
Sólo son diferentes.

La diferencia estriba en lo que no se ve.

Ya de cara a ese reto 
que conmueve el espíritu y energiza,
el enfoque se centra en buscar
las maneras de expandir horizontes,
mostrar las razones, apostar a la vida,
levantar la victoria estandarte.

Victoria de la fuerza empeñada,
de la puerta escogida,
del reto que nos muestra diferentes,
de horizontes abiertos...
¡Lo que no se ve!

©Rufina


La lágrima no es fácil



Los llantos son hondos,
serios, infinitos.
Hablo de los llantos
cuya razón es inolvidable.
Llantos desde dentro
donde el alma desgarra agónica,
y callada esconde esa rabia
sorda de impotencia que reafirma
lo incapaz de los intentos ante
toda lucha... ¡Toda!

Sobrevivir al dolor deja huellas,
en el espíritu
fija cicatrices
para atrofiar alas
que al final cercenan.
Ni el ardor de la visión anegada
es capaz de aliviar del sollozo,
el incontenible espasmo, estruendo,
horroroso ahogo.
Luego llega la paz.
Llorar sana el alma.

©Rufina