El Génesis se manifiesta en un cuerpo donde el dolor se arraiga...
¡Porque duele perpetuarse!
Desde las sombras de un tiempo oculto Lilith provee del cálido abrazo maternal que alivia, y un llanto de alegría moja la senda comienzo a las búsquedas. Hermosas melodías se escuchan en la noche, y con suaves tonos calman elementos. Nada en el Universo más poderoso que el amor.
Nada más convincente que una sonrisa, más desolador que una lágrima, o más doloroso que nacer. No existe dualidad más perfecta que en la justa palabra, el consejo a tiempo, el abrazo necesario, la espera sin esperanza.
La más grande sabiduría la posee el único ser capaz de multiplicar la estirpe y alimentarla de sus propias carnes, sin esperar durante el cultivo que al momento de la siega se le haga justicia. La entrega sin egoísmo enaltece su obra y la eterniza.
La vida merece ser respetada, abrazada. Profundamente amada, valorada, consentida.
¡Desde todo punto honrada!
La vida es mujer porque ofrece, regala y mantiene. Es mujer porque alimenta, abraza y consuela. Mujer, aparentemente caprichosa, que en su justa medida apoya, y en el justo momento se acerca, permanece, o sin mirar atrás y terminado su cometido... ¡Se marcha!
