¡Qué manera de llover!
Sobre
el negruzco techo
proyectan sombras
las
redes de arañas:
en
danzas fantasmales,
al
capricho del viento.
Afuera
el agua pega
sobre
ramas, troncos,
cristales
y azoteas,
seduciendo
intenciones.
Adormecente
ritmo,
entre
pellejo y carne,
cubriendo
las visiones,
cercenando
mañanas.
Se
mantiene anegado
aún
si se sacude,
se
tiende o se airea...
-un sopor
insufrible-
como
si por los poros
en
lugar de absorberse,
expulsárase
el zumo...
ablandando la tierra.
©Rufina -
Puerto Rico
noviembre, 2018
Puerto Rico
noviembre, 2018