Hablemos
Como si cualquier cosa pasara inadvertida
ante el agudo ojo de quien no acepta engaños,
recontemos las horas que se hicieron tan cortas
entre descubrimientos, espontáneas sonrisas,
historias de años idos, mil comunes carencias,
esa angustia incesante de imaginar mañanas
y el dulce compartir de inacabables sueños.
Recordemos las manos que nunca acariciamos,
los ojos amorosos que jamás nos miraron,
labios sin dejar besos sobre otros tibios labios
los brazos que llenaron vacíos con impaciencias.
Como si cualquier cosa pasara inadvertida,
hablemos de aquél llanto inesperado, intenso,
que nunca comprendimos y nos hizo pequeños.
De las cosas sencillas que siempre nos negamos
cubriendo realidades con un manto de niebla
justificando engaños por no hacernos culpables
inventando futuros como queríamos verlos.
Recordemos las horas que desaparecieron
para encontrar la forma de reinventar la vida
y la mejor manera, poniendo el alma en ello,
retomando caminos al punto de partida.
©Rufina
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