Insuficiente
La eterna queja que acongoja al idiota,
idiotiza al más sabio y destroza la vida.
Por corta o por escasa, la habilidad de alcance
se nos pierde en pensarlo por temor a decirlo
y en la honda comisura de desgastados labios
-pensando suficiente el tener que quererlo-
se nos quedan las ganas de encontrar el hacerlo.
Toda esperanza inerte sin notarlo fermenta
y la queja se infla de inventados rencores justificando miedos en el alma prendidos,
esperando encontrarnos por el mismo camino
algún idiotizado que se crea perdido
y que no ha terminado por re-andar sus pasos.
©Rufina
No hay comentarios.:
Publicar un comentario