Ha llegado a revolverse, empujar,
rasgar carnes, destrozar el lugar
donde estaba nutriendo la conciencia
en silencio escuchando quejas,
absorbiendo los gritos de tiempos
que le dejaron correr la sangre
para hacerse cada vez más grande,
más fuerte.
Tan pleno y agudo como debe.
Imposible detenerle, porque es parto
de Era renovada dentro de los ciclos
ignorados cuando nos arrebataron
los milagros. Las esperas sobrevivían
para alargar lo inevitable.
Es momento, porque
el crujir de huesos se escucha cerca,
como hojas secas recibiendo pasos...
Pleno y agudo, indetenible,
como la Era misma renacida
en nutridas conciencias rasgando
las tinieblas del silencio impuesto
que alguna vez escondió
gritos milenarios.
©Rufina
1-31-2011
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