Hay una voz
Hay una voz que no dijo
lo suficiente, lo necesario...
ni siquiera lo importante.
lo suficiente, lo necesario...
ni siquiera lo importante.
No se alzó sobre los cerros,
ni temió a falsos gigantes.
No se lanzó de repente
a cualquier profundo abismo.
ni temió a falsos gigantes.
No se lanzó de repente
a cualquier profundo abismo.
No alcanzó nunca los cielos,
ni conoció de amarguras:
nunca encontró en el dolor
algún motivo de queja.
No tuvo grandes amores.
ni conoció de amarguras:
nunca encontró en el dolor
algún motivo de queja.
No tuvo grandes amores.
Hay una voz que no dijo
ninguna palabra hiriente,
nada duro, nada serio,
ni siquiera interesante.
ninguna palabra hiriente,
nada duro, nada serio,
ni siquiera interesante.
No vivió una quimera,
no sintió ser vulnerable,
ni quiso tener un hijo.
no sintió ser vulnerable,
ni quiso tener un hijo.
Hay una voz insolente
que pertenece a ninguno;
no responde a la ternura,
ni al escozor de una ofensa.
Nunca supo de un abrazo.
que pertenece a ninguno;
no responde a la ternura,
ni al escozor de una ofensa.
Nunca supo de un abrazo.
Una voz desconocida
llena de profundas voces
que llenan el horizonte;
se alimenta de locura,
justifica los errores.
llena de profundas voces
que llenan el horizonte;
se alimenta de locura,
justifica los errores.
Hay una voz que no dijo
siquiera lo necesario:
No tuvo grandes amores,
no quiso tener un hijo.
siquiera lo necesario:
No tuvo grandes amores,
no quiso tener un hijo.
©Rufina
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