y no llega el alivio que se espera
y no hay espacio para calma.
Es tal la efervescencia de la sangre
que la endosfera es un témpano
donde el sol no llega más.
En las luces que destellan sueños
se vislumbra cerca y más nuestra
la exhalación final.
El bromo revuelve con fuerza
los ojos se inyectan de sangre
los besos aún son de nadie.
¡Y es que se exuda fuego!
®Rufina
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