Pero no
"Vivir es lo más peligroso que tiene la vida."
Alejandro Sanz
Cuesta abrir los ojos desde que descubres
que tienes la tarea de buscar el aire.
Ese lugar al que llaman tus entornos,
donde no reconoces una idea clara,
porque es imposible el real entendimiento
donde todos hablan sin decir nada,
muriendo en esa confusión, dejando
los sentidos en el intento de mostrar
la heredada dirección que a ellos
igualmente les llevó a ningún lugar.
Antes que despertaran tus ojos limpios,
estaba la conciencia con manos listas
a recibir el espacio para entregar
la verdad en la palabra que ennoblece.
Pero allí siempre hay buitres al acecho,
negándose a la realidad del milagro,
tomando de lo que no les pertenece.
Cuando comienzas a entender lo que miras,
lo aprendido te nubla la visión,
recibiendo todo lo que eventualmente
será parte de tu realidad... ¡Jamás!
Repites al esfuerzo de abrir los ojos,
a conciencia rechazas el aire, pero...
Descubres que no eres capaz si no está.
Así te llenas los pulmones creyendo
que podrás tener la reserva de vida
que te permita caminar a la meta.
El precio de ignorar tu esencia es alto.
Lo aprendido se va en lágrimas y el aire
se torna denso, no encuentras las respuestas
y en ese espacio crees que vives...
¡Pero no!
©Rufina
Alejandro Sanz
Cuesta abrir los ojos desde que descubres
que tienes la tarea de buscar el aire.
Ese lugar al que llaman tus entornos,
donde no reconoces una idea clara,
porque es imposible el real entendimiento
donde todos hablan sin decir nada,
muriendo en esa confusión, dejando
los sentidos en el intento de mostrar
la heredada dirección que a ellos
igualmente les llevó a ningún lugar.
Antes que despertaran tus ojos limpios,
estaba la conciencia con manos listas
a recibir el espacio para entregar
la verdad en la palabra que ennoblece.
Pero allí siempre hay buitres al acecho,
negándose a la realidad del milagro,
tomando de lo que no les pertenece.
Cuando comienzas a entender lo que miras,
lo aprendido te nubla la visión,
recibiendo todo lo que eventualmente
será parte de tu realidad... ¡Jamás!
Repites al esfuerzo de abrir los ojos,
a conciencia rechazas el aire, pero...
Descubres que no eres capaz si no está.
Así te llenas los pulmones creyendo
que podrás tener la reserva de vida
que te permita caminar a la meta.
El precio de ignorar tu esencia es alto.
Lo aprendido se va en lágrimas y el aire
se torna denso, no encuentras las respuestas
y en ese espacio crees que vives...
¡Pero no!
©Rufina
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