Entonces el amor no dice nada
de un compasivo ser que niega todo
ante la fuerza inmortal que le avasalla,
le posee, le domina y le da vida...
Y será igualmente insuficiente
dar gritos de agonía ante la luna
que contempla indiferente la marea
para no hacerse cargo de su suerte.
Es dolor mantenerse a flote en lodo
-una espera que nunca se termina-
y empezar desarmado una batalla
es tomar como un juego la pelea.
Entonces el amor no dice nada,
ni la promesa viva es aliciente...
sería cómodo dejar de lado todo,
si es que el tedio tornáramos fortuna,
renunciando al valor de ser valientes.
©Rufina
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