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lunes, febrero 07, 2011

Y tanto


No podemos negar nuestra Naturaleza, aunque querramos de alguna manera cambiarla.
La concepción de nuestras responsabilidades en los roles que nos hemos distribuido es tan diferente como nuestra visión de lo que debe ser, y buscando una reconciliación... sólo hemos tornado las cosas más difíciles. 
Nos hemos complicado inútilmente. 
Nos hemos alejado cada vez más, en el afán de acercarnos a buscar razones, entender verdades y a dar perdón. Nos hemos abandonado por egoísmo. Tenemos la culpa aunque nos neguemos, por querer ser fuertes sin saber primero que no es más débil quien tiene humildad... y se ha recrecido desmedidamente nuestro narcisismo. 
Hablando de géneros, el poder se mide a base de fuerza y de posesión, como si la diferencia fuera solo un sexo.
El machismo se ha impuesto por milenios, y aunque lo duro, alto, fuerte y erecto nunca permanece, y cuando cae el golpe es más fuerte, la pedante fama de su hegemonía aún prevalece, aunque no halla forma de parar a un muerto. A lo alto, fuerte, parado y erecto, el caer  lastima su ego de muerte. Pero hay contraparte: aquello que cual ciclo, se mueve redondo, creativo, constante, y valioso estuche destinado a guardar y retener el sagrado privilegio de crear vida.
No podemos negar nuestra Naturaleza, aún nos empeñemos en minimizarla haciéndola competitiva. Porque es ley de vida, así como el ciclo, que lo alto caiga y que lo redondo... pues...
¡Continúe rodando!

©Rufina 

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