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jueves, noviembre 21, 2019

Poema 23

Poema 23

Había perdido empuje el alma soñadora 
cuando al abrir la puerta dejó pasar de todo.
Se agachó en la esquina más oscura del mundo
el espíritu libre que otrora avasallara,
y marcharon del sitio las alegrías, cantos...
No encontraba sus armas, ni justificaciones.

Recordar era inútil y rehacer sería vano. 
Mirándose a sí mismo reconocióse solo
y perdido sin causa en medio de la nada,
convino con la vasta extensión de su alcance.
De estertores febriles y espantosos resuellos
se cundieron espacios para estorbar la entrada
a los retos por años envueltos en esperas,
a nuevas decisiones y abandonados fueros.

Angustia iniciada en el novicio intento
avivó el ensayo sin anular empeño, 
el empírico esquema comenzó a mostrarse
cuando del fondo oscuro del más temido infierno
surgieron los demonios por siglos escondidos
colgados de las llamas del más intenso fuego.

Había perdido empuje aquella iluminada
por siglos asediada razón de la existencia
y el perdón, anegado, se deshizo en lamento
cuando al fondo del vasto y lejano horizonte
encontró que era inútil cerrar aquellas puertas
y mostrando sus manos abiertas al espacio,
recuperó memorias de mil ocultos sueños
para enterrarlas juntas en un solo sepelio.

©Rufina
abril 2017