Zarandeando la mañana
descubrió campos abiertos
donde hay flores tocando
las nubes
el viento refresca caminos
que el sol cubre de tibieza.
Cernía aromas
recuerdos
tiempos lejanos que desde siempre
fueron cargados de infame olvido...
Sobreviviendo.
Se cuela el frío
que amanecido golpeaba
las piedras detrás del campo
y de mañana sobornaba
la brisa.
El sensual vaivén
amalgama a su antojo y combina
elementos donde dimensiones
el tiempo, ruidos, aromas...
Se vacían sobre el infinito
colores
y reafírmanse
danza de vida en suelo fértil
desgarre de nubes que llueven
pétalos reverdecidos
cubriendo hasta el punto de encuentro
de infinito y limitado
raudales antagónicos
de inexistente presencia aislados.
Zarandeando la mañana
se cuela el frío
el armonioso vaivén
se reafirma aroma de nubes
tierra mojada.
©Rufina
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